Entrevista a Emilio Calle, autor de «El hombre que pudo salvar el Titanic»

Emilio Calle

Cuando estamos apenas a un año y tres meses del centenario del hundimiento del Titanic, aquel barco al que no hundiría “ni Dios”, ha llegado a nuestras librerías un nuevo libro basado en el tema. Como ya visteis en el post correspondiente, disfruté mucho con la visión desde la que se contaba la historia del famoso hundimiento. Espero que ahora disfrutéis con las preguntas que le he realizado al autor de “El hombre que pudo salvar el Titanic”. Emilio Calle, ha sido muy amable al contestarlas. Os dejo con ellas.
– Emilio, ¿qué te llevó a escribir una novela sobre un tema tan requerido anteriormente? ¿No te dio miedo que pudieran tacharte de poco original antes de que leyeran tu novela?
El miedo existía, aunque no se diferenciaba en modo alguno del temor que siento al soltar cualquier manuscrito. Nunca me preocupó excesivamente la cantidad de material publicado sobre el Titanic. Yo jugaba en otra liga.
– ¿En qué se diferencia “El hombre que pudo salvar el Titanic” de otras novelas escritas sobre el tema como “Rescaten el Titanic”?
Bueno, Cussler, al igual que lo intentó Arthur C. Clark, no hizo sino poner sobre el papel un sueño que ahora se sabe imposible, pero que obsesionó a mucha gente durante años, al punto que se organizaron varias expediciones para lograrlo: sacar a flote el pecio (que inexplicablemente se creía entero, pese a las declaraciones de algunos de los pasajeros que vieron como se partía) y con él, todas las supuestas maravillas que llevaba dentro. Mi novela pretende reconstruir lo más fielmente posible lo ocurrido aquella noche en un barco que se hallaba a pocas millas de donde se hundía el Titanic, y la pesadilla que le tocó vivir al hombre que lo comandaba.
– ¿Por qué, cuando tantos y tantos barcos se han hundido, siguen corriendo ríos de tinta sobre el Titanic y se sigue llevando al cine su historia, casi 100 años después?
No puedo responder por los demás. Pero en mi caso, por muchas veces que he tratado de que encajaran todas las piezas, siempre me queda la sensación de que, al contrario de lo que cabría esperar, el misterio se hace más insondable. Sólo nos han contado lo que nos querían contar. Recientemente, una descendiente de varios miembros de una misma familia que murieron esa noche, me confesaba lo complicado que le estaba resultando tratar de reconstruir lo que realmente ocurrió en tercera clase. Cameron parece que logró establecer una supuesta historia definitiva (aunque cayera en el imperdonable error de asegurar que hubo oficiales que dispararon y hasta aceptaron chantajes, lo cual le obligó a pedir disculpas posteriormente), pero nada más lejos de la realidad. Quedan muchas cosas por conocer. Y creo que, en el fondo, todos sabemos que así es y por eso la fascinación no hace sino aumentar.
– Tenemos grabadas en la retina las imágenes de belleza, poder, riqueza que se respiraba en el Titanic. Tú, sin embargo, has intentado apartarte de tanta parafernalia. ¿Ha sido difícil no caer en la tentación?
No, para nada. Desde el primer momento fue muy liberador dejar atrás esa aura de romanticismo, lujo y esplendor. Me fascina el mar como ninguna otra cosa en el mundo, y también los relatos de lo que ocurre en aguas remotas, lejos de cualquier orilla. La tragedia del Titanic es uno de los episodios más horribles de los que tengamos noticias, no un encuentro entre personajes más propios de una obra de Noël Coward.
– El título de la novela puede llevar a la confusión: “El hombre que pudo salvar el Titanic”. Me refiero a que tal vez nos puede llevar a pensar en la maldad del capitán del Californian, Stanley Lord: pudo pero no quiso. ¿El título es idea tuya? ¿Te ayudó alguien? ¿Buscabas el morbo con ese título?
El titulo surgió solo. Tan sólo resumí en un título lo que ya estaba escrito en las conclusiones de las actas que se llevaron a cabo para averiguar lo sucedido. En ellas se decía categóricamente que Stanley Lord pudo haber salvado todas y cada una de las vidas que se perdieron en el Titanic. Era un título casi obligado.
– ¿Cómo has conseguido que un personaje que siempre ha podido resultar antipático por su papel en la tragedia, llegue a mostrarse tan humano?
Gracias por la afirmación de que lo he conseguido. Ese era uno de los objetivos personales para escribir la novela. Estudiar al monstruo, buscar lo que había en su interior. Pero solo encontré tristeza. Nada terrible, ningún secreto espantoso. Aunque no se hundiera con el Titanic, su vida también acabó en el fondo del océano, sin posibilidad alguna de que pudiera ser devuelto a la superficie.
– A lo largo de los años se ha hablado mucho del papel desempeñado por el Californian en el desarrollo del salvamento de los supervivientes del Titanic. ¿Cuál es tu opinión personal al respecto? ¿Crees que el capitán actúo indebidamente o que realmente no pudo hacer nada?
Bueno, con los datos que ahora se saben con certeza, como por ejemplo que el Titanic estaba retransmitiendo una posición equivocada para que acudieran en su socorro, las autoridades marinas británicas se han visto obligadas a reconocer que el Californian estaba a mucho más distancia de la que se creía, y que no hubiera podido hacer nada por evitar la tragedia ni aunque la hubiera sabido un segundo después de que el Titanic chocara contra el iceberg. No obstante, se mantienen las acusaciones de denegación de auxilio por no haber atendido a las señales que se lanzaban desde el Titanic. Soy un lordista, como son conocidos aquellos que piensan que Lord no hizo nada incorrecto. No obstante, espero haber aportado datos suficientes como para que el lector pueda sacar sus conclusiones por sí mismo, sin tropezar con mis opiniones que quedaron fuera del tintero.
– En “El hombre que pudo salvar el Titanic”, has mostrado un amplio abanico de sentimientos, desde la prepotencia hasta el miedo, la inseguridad o la inquietud. También has utilizado una adjetivación muy precisa al describir la trágica noche. ¿Te trasladaste mentalmente a aquel barco en aquella noche tan fría para escribir tu novela?
Ha sido lo más radical que he intentado como escritor. Durante meses, no hice nada más que escribir y escribir sobre lo ocurrido durante aquellas horas. Me mudé literal y literariamente a esa noche, y a ese mar. Y también quedé atrapado allí.
– ¿De qué forma te documentaste antes de iniciar el proceso de escritura?
De formas muy distintas. Aunque jamás me aparté de las actas de las investigaciones. Quería empaparme de las palabras exactas de los protagonistas. Y me desentendí de teorías, especulaciones o chismes que no venían al caso.
– ¿Dónde está el límite entre la realidad y la ficción en tu novela?
Todo lo ocurrido después de la noche, pertenece más al territorio de la ficción, aunque todos los personajes son reales. Sólo los encuentros son imaginarios, pero también daban cuerpo a muchos de los fantasmas que debieron acosar a Lord durante toda su vida. Lord buscaba respuestas, como yo, y así fue como entraron en escena personas que vivieron, escribieron o tuvieron algo que ver con lo sucedido. Tan sólo Philwood es imaginario.
– ¿Cuánto tiempo has empleado en la redacción de la novela?
Casi dos años, contando el complicado periplo de navegar por textos escritos en un inglés arcaico.
– ¿No te da miedo la crisis a la hora de de las ventas?
Me da miedo la crisis, y ser yo quien no pueda comprar los libros de los demás.
– En este blog, en la entrada dedicada a tu libro, hemos visto el interés de muchos lectores por él. ¿Qué les dirías para darles ese último empujón?
Que no dejen de seguir la pista a cualquier cosa que les interese, con independencia de que sea mi libro. Que nadie nos robe la curiosidad. Es una novela (o al menos esa era mi pretensión al escribirla) honesta, lejana a la visión que se tiene del Titanic, sin renunciar por ello a mi marcado gusto por la literatura fantástica o de misterio. Padezco una incurable tendencia a buscar que el lector disfrute de mis narraciones. Detesto la autocomplacencia. Si busco algo, no es otra cosa que conseguir que a los lectores les cueste no echar un vistazo al siguiente capítulo. Y ese es mi compromiso.

Ahora el “quick test”:
• ¿E-book o formato papel?
Con tal de que se pueda leer, hasta las servilletas me valen.
• Primer título que recuerdas haber leído.
Moby Dick (versión infantil).
• ¿Con qué escritor que no seas tú te gustaría tomar un café?
Vladimir Nabokov, sin duda. O, si tiene que estar vivo, con John Le Carré. Sería feliz tan sólo con sentarme cerca.
• ¿Con qué frecuencia lees?
Con mucha menos de la que escribo.
• ¿Prestas tus libros?
Siempre (pero que no se entere la SGAE).
• Libro favorito.
Pálido Fuego.
• ¿Crees que son caros los libros en la actualidad?
Todo debería ser más barato.
Emilio, muchas gracias por conceder esta entrevista a “La historia en mis libros” y desde aquí te deseamos un alto número de ventas con tu novela. Si deseas añadir algo más…
Sólo agradecer esta fantástica oportunidad y desearle las mejores lecturas a todos los seguidores de este blog.

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17 comentarios
  1. Adela
    Adela Dice:

    Eva: estoy fascinada… ¡qué privilegio tenemos nosotros al contar contigo! Esta entrevista de primera mano es genial, deberías publicarla en una revista especializada. De verdad, que aunque no tengo el libro y sabrá Dios cuándo llegará a la Habana (si no corre el mismo rumbo que el Titanic) me llevo una idea general y una valoración, que si me dejan hablar, no hay quien diga que no me lo he leido.
    Gracias amiga mía, te felicito de todo corazón.
    Saludos habaneros
    AD.

    Responder
    • Eva (Admin)
      Eva (Admin) Dice:

      Muchísimas gracias por los piropos, mi habanera preferida aunque no los merece, es un placer para mí yomar contacto con los auyores y traeros estos pequeños tesoros. Lo mismo algún día hago un cursillo intensivo de periodismo y aprendo a hacer entrevistas de verdad.

      Responder
  2. Luisa
    Luisa Dice:

    Enhorabuena por la entrevista, Eva.
    Desde tu reseña el libro pasó a formar parte de mi lista de deseos, así que antes o después me acabaré haciendo con él.
    Un abrazo.

    Responder
  3. Marina García
    Marina García Dice:

    Me ha gustado muchísimo la entrevista, Eva. El Titanic es uno de mis puntos débiles. He leído libros y visto documentales porque desde siempre me ha llamado muchísimo la atención así que espero poder disfrutar pronto de la novela. Un abrazo grande.

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  4. @scen
    @scen Dice:

    Me ha gustado mucho esta entrevista. Muy interesantes preguntas y respuestas.
    Es un libro que tengo pendiente y me parece muy interesante poder leer esta entrevista antes de leer el libro.
    Un saludo.

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  5. Bookworm
    Bookworm Dice:

    Qué bien!! Me ha encantado esta entrada Eva. Precisamente me encuentro en plena lectura del libro y me está gustando mucho. Como dice el autor no hay que dejar de seguir la pista a cualquier tema que nos interese, y la historia del Titanic sigue teniendo tanto de misterio que nunca dejará de llamar mi atención. Mi padre ya se lo ha leído y le ha encantado. Tanto que me preguntó si tenía alguna novela más sobre el barco y ahora le he prestado «La última noche del Titanic» de Walter Lord, libro que también se menciona en éste.
    Yo también quería saber cómo se había documentado y ahora ya conozco la respuesta.
    Un beso

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